La cámara de unos viajeros fue testigo de un llamativo fenómeno natural que se registró en el altiplano boliviano, cerca de las ruinas de Tiwanaku a unos 72 kilómetros al noroeste de la ciudad de La Paz, sede de Gobierno de Bolivia.
Una columna de viento levantó hasta el cielo partículas de polvo formando lo que comunmente llaman "remolino", que por momentos trajo a la memoria las imágenes de los tornados que se registran en otras latitudes.
Al contrario de los peligrosos tornados, estos remolinos decoran el paisaje altiplánico que por esta época se cubre de nubes negras, que anuncian la época de lluvias.